INIESTA EN LA PRIMERA GUERRA CARLISTA


Los abuelos siempre contamos cualquier historia que pueda atraer la atención  de nuestros nietos. Por eso desconfiaba de la veracidad de mi abuela materna cuando, siendo yo niño, me contaba que a ella una abuela suya la aupaba para que pudiera ver cómo ardía la iglesia. Casi doscientos años después he podido constatar que esta vez mi abuela no fantaseaba: el 21 de enero de 1838 ardió la iglesia de Iniesta. Vamos a enmarcar aquel suceso en las circunstancias  bélicas de la primera guerra carlista (1833 - 1839). 

Utilizaremos exclusivamente la bibliografía y la prensa de aquella época para para justificar la existencia de aquel incendio y, de paso, ambientar aquellos años convulsos de enfrentamiento civil.



PREÁMBULO HISTORICO


1829.- Fernando VII , sin descendencia, se casa en cuartas nupcias con su sobrina Mª Cristina de Borbón - Dos Sicilias.

1830.- Marzo. Fernando VII anula la Ley Sálica para permitir que las mujeres puedan reinar.

1830.- Octubre. Nacimiento de Isabel, princesa heredera.

1833.- Septiembre. Muerte de Fernando VII. Regencia de Mª Cristina en nombre de su hija Isabel. Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII considera ilegal la coronación de Isabel y declara la primera Guerra Carlista. Partidarios de Mª Cristina (cristinos) e Isabel (isabelinos) contra partidarios de Carlos (carlistas):

1833 - 1836.- Los carlistas dominan el norte rural de España: Zumalacárregui en las provincias vascas y Navarra; y Cabrera en el Maestrazgo.

1836.- A partir de este año, “se produce un dominio de los isabelinos, gracias a su superioridad militar, a la estabilidad política de este bando y a los fondos procedentes de la venta de los bienes desamortizados al clero regular a partir de enero de 1836 por Mendizábal. Ante ello, el bando carlista intenta extender el conflicto a la retaguardia isabelina a través de expediciones, como la del general Miguel Gómez, 1836 ( … ); la del mismo Carlos María Isidro, 1837 ( … ); y la del  general Tallada, que entre enero y marzo de 1838 realiza una expedición por Andalucía Oriental.”


García Garrido, Carlos Javier.- La primera guerra carlista en la sierra de Segura. (1833 - 1839 ) http://abenaxara.com/primera-guerra-carlista-sierra-segura




LA EXPEDICIÓN DE TALLLADA (1838)


Preparativos


A comienzos del nuevo año (1838), la guerra en Aragón y el Maestrazgo cobró una importancia terrible; faltándole a Cabrera caballos, mandaba a uno de sus lugartenientes, el coronel Tallada, a realizar una incursión hacia tierras de Murcia y Andalucía para hacer las correspondientes requisas.


Guerra Martínez, Ana María. Guerra e indefensión. Realidad y utopía en la                     antigua provincia de la Mancha Alta durante la primera guerra civil española (1833         - 1839). Universidad de Murcia. 1991.



NOTICIAS DE VALENCIA.- Dia 14 de enero.- Hoy no se han recibido partes de interés en la capitanía general.Tallada con toda su facción reunida permanece en Chelva.


El Castellano 23 de enero de 1838. Núm. 462



CUENCA. - El gefe político ha mandado que los alcaldes y párrocos de los pueblos remitan cuantas noticias exactas y anticipadas puedan adquirir de los movimientos y dirección de los facciosos, su fuerza, organización y armamento.  (quien no dé cabal cumpliendo á esta disposición, será severamente castigado).


El Castellano. 25 de enero de 1838. Madrid. Núm. 464



Ayer después de medio dia todavía permanecía Tallada en Chelva, falto de pienso para su caballería, pues se asegura que muchos días solo se compone de paja que le dan. Se me avisa decirse entre ellos que van á la provincia de Murcia.


La Estafeta. 26 de enero de 1838 (Edición de la tarde)


A principios de  1838 Cabrera le ordenó [a Tallada] encabezar una expedición a Murcia y Andalucía, a fin de conseguir caballos y otros suministros para su ejército. Con este objetivo Tallada salió de Chelva el 16 de enero al frente de 2300 infantes, 280 jinetes y 4 piezas de artillería.


Caridad Salvador, Antonio. Cabrera y compañía. Los jefes del carísimo en el                   frente del Maestrazgo (1833 - 1840).Institución “Fernando el Católico”                             (C.S.I.C.) Excma. Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 2014


REQUENA. El día 20 se presentó la facción compuesta de unos 2000 hombres y dos cañoncitos de montaña en Utiel, y el 21 salió hacia Minglanilla. Entre ellos corrían diferentes voces: unos decían que iban a Madrid; y otros a Murcia. Lo seguro es que irán donde se les antoje, porque no  hay quien se lo estorbe.


El Castellano. 30 de enero de 1838. Madrid. Núm. 468



En Iniesta



Cuenca 23 de enero.- …La facción de Tallada compuesta de 4 batallones de poca fuerza y dos escuadrones, ha entrado en Minglanilla, de cuyo punto salieron para Iniesta dos compañías  nuestras que se hallaban allí destacadas. En este último punto entro también la facción, pero . según se dice se hicieron fuertes en la iglesia, y hasta ahora ignoramos otro resultado.


Eco del comercio. Sábado 27 de enero de 1838. Edición de Madrid. Num. 1368



TARANCON.- Háblase de un descalabro que nuestras tropas han sufrido en Iniesta, después de haber hecho una decidida resistencia, pero les faltaron los refuerzos.

El Castellano. 31 de enero de 1838. Madrid. Núm. 46



TARANCON,  a 28 del idem (enero)

Parece que nuestras tropas han sufrido un descalabro en Iniesta, habiendo tenido que sucumbir a la facción una porción de valientes después de una bizarra resistencia faltos de ser auxiliados. ¿Cuando llegará el día en que la responsabilidad de los jefes militares sea  efectiva?

La Estafeta. 31 de enero de 1838. Madrid. Núm. 443


En Iniesta ha sorprendido Tallada unos doscientos hombres de la Guardia que se defendieron con valor en la iglesia cuando se vieron atacados. Los vándalos han cometido tropelías y desórdenes de mil especies, lo cual y al verse sin apoyo de nuestras tropas abate, como es natural, el espíritu público de aquellos pueblos.


Eco del Comercio. 2 de febrero de 1838. Madrid. Núm. 1374.



…(Tallada) se adelantó en los últimos días del mes hasta cinco leguas de Cuenca, cogiendo prisioneros los soldados de línea y milicianos, que en vano se encerraron en la iglesia de Iniesta y en las minas de la Minglanilla. 


Anales del reinado de Isabel II. Javier de Burgos. Tomo V. Madrid. 1851



Parece ser, según los diarios carlistas, que las dos compañías sorprendidas se encerraron en la iglesia de Iniesta con propósito firme de resistir a todo trance. Mas hé aquí que el comandante D. Manuel Gasset llega a saber que el jefe cristino era un amigo suyo, y pide licencia a Tallada para hablarle, con objeto de tratar de capitulación.

Aquella misma noche se reunieron ambos, el carlista y el isabelino, en la tienda de Tallada, y el Sr. Zeffel, aunque no se rindió desde luego, por ignorar cuál sería la determinación de los demás oficiales, sus compañeros, no dejó de darles esperanzas y promesa segura de contestar por escrito: así lo hizo, en efecto, más diciendo “que contaba con fuerzas suficientes para resistir y defenderse, y que además esperaba un pronto socorro”.

Tallada, no obstante, dilató el momento de principiar el combate hasta el amanecer del siguiente día (21 de enero), hízoselo saber por medio de un oficio al capitán Zeffel y le anunciaba al mismo tiempo que se rompería el fuego si no se entregaban sus tropas dentro del término fijado.

“Como esperábamos, continúa un diario carlista, que se rendirían, Tallada, varios jefes y oficiales se aproximaron al fuerte, y resguardados de los centinelas enemigos, aguardaban la hora para presenciar el acto de la rendición; pero fué grande nuestra sorpresa cuando el modo de rendirse fue hacernos una descarga por una ventana o agujero, de cuyas resultas quedaron heridos un hermano de Tallada y dos oficiales de caballería. Acto contínuo se dieron las órdenes para atacar el fuerte”. 

Atacóse con valentía: los voluntarios carlistas, exasperados por la ruin acción de los enemigos, arrimaron á las puertas de la iglesia, despreciando el horroroso fuego de los sitiados, haces de paja y leña, encendiéronlos y rompieron aquellas. Apodéranse en seguida de la iglesia y de la escalera de la torre, donde se habían refugiado los pocos que aún resistían, inclusos los oficiales, y se rinden éstos á discreción.


Flavio, E. Historia de D. Ramón Cabrera. Est. Tipográfico - Editorial de G.                     Estrada. Madrid 1870.



Antes…había tenido en Iniesta un encuentro con una pequeña columna de la reina, compuesta de doscientos cincuenta hombres á las órdenes del capitán de la guardia real don José Zeffel, y el resultado fue el que naturalmente debía tener tan desigual empeño; que los constitucionales hubieron de rendir las armas, mucho más habiéndoles ofrecido Tallada que no abusaría de su posición considerándolos como prisioneros. 


Conde de Toreno. Historia de España (Juan de Mariana). Sociedad de literatos.         Madrid  1843


Parece ser, según los Diarios carlistas, que las dos compañías sorprendidas se encerraron en la iglesia de Iniesta, con propósito firme de resistir á todo trance.

Mas hé aqui que el comandante D. Manuel Gasset llega a saber que el jefe cristino era un amigo suyo, y pide licencia á Tallada para hablarle, con objeto de tratar de capitulacion.

Aquella misma noche se reunieron ámbos, el carlista y el isabelino, en la tienda de Tallada, y el Sr. Zeffel, aunque no se rindió desde luego, por ignorar cuál sería la determinacion de los demás oficiales, sus compañeros, no dejó de darles esperanzas y promesa segura de contestar por escrito: así lo hizo, en efecto, más diciendo “que contaba con fuerzas suficientes para resistir y defenderse, y que además esperaba un pronto socorro”.

Tallada, no obstante, dilató el momento de principiar el combate hasta el amanecer del siguiente dia  (21 de enero), hízoselo saber por medio de un oficio al capitan Zeffel y le anunciaba al mismo tiempo que se romperia el fuego si no se entregaban sus tropas dentro del término fijado.

“Como esperábamos - continúa un Diario carlista - que se rendirían, Tallada, varios jefes y oficiales se aproximaron al fuerte, y resguardados de los centinelas enemigos, aguardaban la hora para presenciar el acto de la rendición; pero fue grande nuestra sorpresa cuando el modo de rendirse fue hacernos una descarga por una ventana o agujero, de cuyas resultas quedaron heridos un hermano de Tallada y dos oficiales de caballería.

“Acto contínuo se dieron las órdenes para atacar el fuerte. Efectivamente se rompió el fuego y colocó un morterete en lugar oportuno, empezando á disparar granadas contra la torre é iglesia con bastante acierto, bajo la dirección del capitan de artillería Piera. Muy luego se colocó el cañoncito de a 4 en una casa de enfrente, próxima á la puerta de la iglesia. Nuestros voluntarios como furia acercaron leña y paja á dicha puerta y prendieron fuego, que tomando cuerpo no tuvieron otro remedio los oficiales del fuerte que subirse á la torre del campanario, y los soldados medio ahogados por el humo pidieron á voces la rendición. A todo esto Tallada con algunos jefes se hallaba en su alojamiento preparándose a seguir la marcha, desistiendo de continuar el sitio atendida la poca importancia del fuerte y el corto número de la guarnición, cuando he aquí que se presenta un oficial con la noticia de que se estaban entregando los enemigos. Dirigióse  Tallada al fuerte, y desde el campanario debajo de una campana gritaba un oficial muy joven pidiendo cuartel, pues de lo contrario se precipitara. Entonces todos á una voz y el mismo Tallada prometimos concedérselo. Entretanto nuestros soldados penetraron en la iglesia y se apoderaron de la escalera de la torre y no pudiendo los que se habían guarecido en ella aguantar el humo se rindieron á discreción, y seguimos la marcha hacia Tarazona, donde pernoctamos. Al dia siguiente por la mañana dijo Tallada á los soldados prisioneros: el que quiera tomar partido en estas filas que se mantenga quieto, y el que no, avance tres pasos al frente, pues á estos les daré la licencia para sus casas, en el concepto de que se se les vuelve á cojer teniendo las armas contra nosotros serán fusilados” Poco rato después observamos que uno de los oficiales prisioneros,que era el mismo del campanario de Iniesta, pedia en alta voz desde el balcón de la casa consistorial hablar con Tallada. Advertido éste mandó que bajase a la plaza, y díjole el oficial que si se le recibia en las filas carlistas defendería su bandera con el mismo honor, valentía y decisión con que había sostenido la  de Isabel. Tallada lo miró, y sin contestar una palabra le mandó retirar.


Boix, Vicente. Historia de la ciudad y  reino de Valencia, Vol. 3 . Imprenta D.                     Benito Monfort. Valencia, 1847


CUENCA.- 26 de enero. Mañana se instalará la nueva diputación provincial según disposición del gefe político. Ya hace días que debía haberse verificado, pero la invasión de facciosos y la inseguridad de los caminos ha sido la causa de este retraso.


Eco del Comercio. 30 de enero de 1838.Núm. 1371


De Ocaña. Fecha 24 (de enero). Dicen que están atónitos de ver la inacción del gobierno. Que la facción  de don Basilio se pasea impunemente, continuando interrumpida la comunicación.


Eco del Comercio. 30 de enero de 1838. Núm. 1371.


Nos dicen de Albacete con fecha 25 del mes último.

Se halla escandalizada esta provincia al ver que dos mil escasos y miserables forajidos al mando del cabecilla Tallada se pasean por ella hace días sin que se les persiga con actividad á fin de evitar á lo menos las atrocidades que cometen dichos vándalos, reduciendo á muchas familias á la mendicidad; y como sabemos que en Chinchilla hay cuatro comisarios acosando á la diputación y al intendente para que les haga efectivas unas libranzas y pedido de raciones que importan cuatro tantos de lo que produce la provincia, creemos que á proporcion del número de comisarios que nos han visitado para solo este negocio habrá de ser el número del ejército, y por consiguiente debio destacar su general alguna fuerza mas;  pero desgraciadamente no ha sucedido así y debe consistir sin duda en que los ejércitos se componen de pocos soldados, muchos generales, comisarios, estado mayor, intendentes, edecanes, etc, etc…


Eco del Comercio. Viernes 2 de febrero de 1838. Edición de Madrid. Num. 1374


Sobre la sorpresa de Iniesta de que hablamos en nuestro número de anteayer, escriben de Quintanar lo siguiente:

Acabo de llegar desde Chinchilla donde nos hemos refugiado con motivo de la incursión de Tallada, ( … ) El domingo último  á cosa de las once de la mañana llegaron á Iniesta 250 infantes de la Guardia Real; y aprovechando esta ocasión nos dirigimos a dar una vuelta, mi madre en un carro y yo en la yegua: desde las Casas me adelanté y a un cuarto de legua de Iniesta me encuentro con la novedad de ver venir á … en el caballo á todo escape por medio de los barbechos y con dirección a mi, y estando contándome que unos 60 caballos facciosos habían sorprendido el pueblo, que solo él había escapado, y que las compañías de la Guardia Real se disponían a la defensa, se principió a oír el fuego, y se alcanzó a ver no lejos a dos facciosos de a caballo que venian en seguimiento de … No nos quedó otro recurso que el apretar á todo escape, y unos fueron corriendo hasta las Casas, y si bien nos libertamos nosotros, no sucedió así á mi madre que la alcanzaron, pero como desconocidos se contentaron con mi capa, maleta, un cobertor, seis duros y otras frioleras que iban en el carro, por lo que no hemos salido mal de este apuro.

Las compañías de la Guardia Real luego que cayó el grueso de la faccion se retiraron á la iglesia desde donde se defendieron por alguna tiempo, entregándose por último. El capitan que las mandaba fue el que condujo a Cuenca en clase de presa a doña … y sobre sus amores se ha hablado mucho, de modo que sin pedir alojamiento se hospedó en casa de ella. ( … ) 

La fuerza de la facción no la bajan de unos tres mil hombres con trescientos caballos, tal cual equipados: los pueblos ya desanimados, como que no ven mas que facciosos , entregan el armamento y uniforme de las milicias: se incorpora a la facción mucha gente de todos estos pueblos, asegurando que en La Roda se agolparon de todos los pueblos inmediatos muchos cientos de hombres; y se dice que de San Clemente se les ha unido la compañía de milicia, antes legal: todo este pais está dominado por la faccion, de modo que antes de ayer se presentaron seis faccio-ladrones en Mahora, pueblo de unos quinientos vecinos, y se les dio los pedidos que hicieron: pasaron á las Navas, y por la resistencia del alcalde le mataron de un trabucazo; y en esta mañana al poco rato de entrar nosotros en Madrigueras se presentaron en esta tres de aquellos, y á no haber sido por nosotros que persuadimos á la autoridad á no permitir tanto escándalo, habría sucedido otro tanto; pero fueron desarmados, desmontados y apresados.(…)


Eco del Comercio. 4 de febrero de 1838. Madrid. Núm. 1376



VALENCIA.- El comandante general de Albacete desde Chinchilla, fecha 22, dice que en aquella tarde supo la llegada de Tallada con 3 ó 4 mil hombres á Utiel el 20. A las nueve de la misma noche se duplicaron los avisos, añadiéndose que habían entrado en Tarazona más de 100 caballos de los rebeldes y que llevaban dos piezas de artillería volante. Interceptáronse al enemigo dos comunicaciones firmadas el 21 en Iniesta por un tal Gregorio Martínez, titulado comisario de guerra, el cual pedía para el siguiente día considerable número de raciones á Tarazona y La Gineta, previniendo que bajo su responsabilidad las conduzcan a La Roda. Ignórase la dirección del enemigo , aunque se presume sea reunirse con Basilio.

El Castellano. 31 de enero de 1838. Madrid. Núm. 461 


Madrid. ( … ) ¿Y a la verdad no forma un contraste bien triste y bien inexplicable la situación ventajosa de nuestras armas en el norte y el desconsolador aspecto del mediodía? Allí las fuerzas mejores y mas numerosas de la facción arrolladas en diversos puntos y direcciones, en medio de las escaceses (sic) que presenta el país, agotado por tanta exacción y por tanto padecer: aquí una miserable facción, que se nos ha pintado de oficio como abatida, dislocada y á punto de disolverse, dominando el país á la vista de nuestras tropas, recorriendo las provincias mas fértiles y llanas, invadiendo como ha invadido ya Basilio la provincia de Jaen y amenazando toda la Andalucía, después de haber derrotado la columna de Minuisir, de habernos causado sensible perdida en Iniesta y de haber hecho que á esta hora tal vez haya disuelto el convoy estacionado en La Carolina, y que tomen la fuga los diputados que en el mismo venían y la remonta de caballo que se dirigía al aumento del ejército.


Eco del Comercio. 6 de febrero de 1838. Madrid. Núm. 1378


En el puente de Carrasco. 






Luego, en el puente de Carrasco, fueron pasados por las armas los siete infelices ya nombrados.

Tal es lo que resulta de los apuntes carlistas (de testigos presenciales) fielmente extractados.

Dícese vulgarmente, y es la verdad, que para juzgar de un pleito debe oírse a las dos partes litigantes: háganlo nuestros lectores, á quienes abandonamos gustosos los comentarios.


Flavio, E. Historia de D. Ramón Cabrera. Est. Tipográfico - Editorial de G.                     Estrada. Madrid 1870



Después de esto, Tallada mandó fusilar al jefe enemigo, José Zeffel, y a otros 6 oficiales. Según los liberales lo hizo sin motivo e incumpliendo su promesa de respetar la vida  a los prisioneros, mientras que los carlistas afirmaron que era en represalia por recibirles a tiros (hiriendo a un hermano de Tallada y a dos oficiales de caballería) cuando se estaba negociando la rendición. Otra versión es la de von Goeben, militar alemán que combatió en las filas tradicionalistas, quien sostiene que fusiló a los prisioneros para quedarse con el dinero que llevaban dos de ellos.


Caridad Salvador, Antonio. Cabrera y compañía. Los jefes del carísimo en el                   frente del Maestrazgo (1833 - 1840).Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.)           Excma. Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 2014.



Pero burlándose después de su promesa, y sin motivo alguno que sincerase su bestial proceder , mandó fusilar al capitan Zeffel y á otros seis oficiales, haciendo de ellos indigno escarnio, sin advertir la otra injusticia que cometa y la infamia con que se condenaba á padecer igual pena, si tenía la desgracia de caer algún día en manos de sus contrarios. Dícese, y así lo alegó él en su defensa, que fué obligado á ello por el titulado vicario castrense del ejército carlista, el sanguinario Cala; mas no existe fuerza o ley que obliguen al hombre a faltar a sus deberes cuando se propone observarlos cumplidamente.


Conde de Toreno. Historia de España (Juan de Mariana). Sociedad de                           literatos. Madrid . 1843


…el día 23, y sin motivo alguno posterior, mandó fusilar sobre el puente de Carrasco al referido capitán (Zeffel) y seis valientes oficiales más, deshonrándose a si mismo con hacerles antes desnudar enteramente de su ropa para darles muerte…


Boix, Vicente. Historia de la ciudad y  reino de Valencia, Vol. 3 . Imprenta D.                     Benito Monfort. Valencia, 1847


Por la tarde de este día 23 seguimos la marcha, entremezclada la fuerza prisionera en nuestros batallones, quedando á retaguardia con la compañía de prevención los oficiales cristinos, y al llegar al puente de Carrasco fueron fusilados, lo que no supo el grueso de la división hasta el pueblo de La Roda, donde pernoctamos.

Córdoba, Buenaventura de. Vida militar y política de Cabrera. Tomo III. Imprenta           y  fundición de Don E. Aguado. Madrid 1844


El resultado funesto ha sido que en el puente del Carrasco fueron fusilados seis de los oficiales que contaban las compañía prisioneras, y entre ellos el dicho capitán, habiéndose libertado los tres restantes por manifestar los soldados que querían entregarse; y los granaderos de la Guardia real se distribuyeron en las compañías facciosas.


Eco del Comercio. 4 de febrero de 1838. Madrid. Núm. 1376


Albacete 2 de febrero…En esta provincia hemos tenido la suerte de que no se hayan hecho otras víctimas que los infelices oficiales de la Guardia Real aprehendidos en Iniesta, y que fueron impía y ferozmente sacrificados en el puente del Carrasco.


Eco del Comercio. Jueves 8 de febrero de 1838. Edición de Madrid. Num. 1380


…Una miserable facción que se nos ha pintado de oficio como abatida, dislocada y a punto de disolverse, [está] dominando el país á la vista de nuestras tropas, recorriendo las provincias mas fértiles y llanas, invadiendo como ha invadido ya Basilio la provincia de Jaen y amenazando toda la Andalucía, después de ( … ) habernos causado sensible perdida en Iniesta ( … ).

 

Eco del Comercio. 6 de febrero de 1838. Madrid. Núm. 1378



ALBACETE 2 de idem (febrero)

Por fin se marchó la facción de Tallada, don Basilio y algunas de la Mancha, de la ciudad de Alcaraz, después de cinco dias de estancia á la vista de nuestras tropas, que unos y otros no se han incomodado en la menor cosa. Durante su estancia, aseguran que han cometido todo género de escesos, en excesivos pedidos é impuestos, robos, violencias y toda clase de inhumanidad. Sin embargo, parece que una violacion de una joven fue expiada con el fusilamiento de su infame autor, al tiempo de ir á emprender su marcha. ( … ) En esta provincia hemos tenido la suerte de que no se hayan hecho otras víctimas que los infelices oficiales de la Guardia Real aprehendidos e  Iniesta y que fueron impía y ferozmente sacrificados en el puente del Carrasco.


La estafeta. 8 de febrero de 1838. Número 451. Madrid.



En Alcaraz … se les unió  (a D. Basilio) el coronel carlista Tallada, comandante general de Valencia, con cuatro numerosos batallones con los cuales había pocos días antes sorprendido en Iniesta a una columna liberal…


Gebhardt, Victor. Historia General de España y sus Indias. Tomo VII.                                 Establecimiento .Editorial del Plus Ultra. Barcelona.



Derrota de Tallada y D. Basilio en Castril 




Llegaron (los carlistas) el día 27 de febrero a las orillas del Gualdar  cerca de Castril y echaron un puente para atravesar dicho río; mas cuando estaban ocupados en esta operación, cayó sobre ellos de improviso la división del brigadier Pardiñas, y aun cuando le hicieron frente los expedicionarios, el aturdimiento causado por la sorpresa y la impetuosidad del ataque, impidieron que presentasen gran resistencia. Así que, la acción fue breve y de las mas fatales á los carlistas, porque ademas de los muchos que murieron á manos de sus contrarios perecieron ahogados un número considerable. Los que pudieron salvarse en esta desgraciada acción, huyeron apresuradamente en el mayor desorden.. Tallada pudo escapar con unos pocos dé los suyos y ocultó su nombre y graduacion para no ser descubierto por los perseguidores. Mas le hubiera valido morir con honor en el campo de batalla, que sufrir la suerte que le estaba reservada.

Sánchez, D. R. Historia de D. Carlos y de los principales sucesos de la guerra               civil de España. Imprenta de Tomas Aguado y Cía. Madrid 1844.


El general Sanz desde Castril con fecha 27 del próximo pasado dia que el brigadier Pardiñas con 268 caballos y 130 infantes atacó el 26 antes del día el pueblo de Castril, en el que se hallaba la facción de Tallada, y coronó sus sienes con los laureles del triunfo, presentando á la patria por resultado 1000 prisioneros, entre ellos 51 jefes y oficiales, en cuyo número se halla un hijo del mismo Tallada, dos piezas de artillería, sobre 1200 fusiles, municiones, equipajes, acémilas y caballos. Nuestra pérdida es insignificante en comparación  del resultado.  El resto de enemigos á la desbandada tomaron varias direcciones…


El Correo Nacional 9 de marzo de 1838. Madrid. Núm. 22


El gefe político de Cuenca da parte á este ministerio en 6 de marzo, diciendo que según los avisos constantes de muchos alcaldes y curas párrocos, la facción de Tallada habia sido batida en las sierras de Granada, y que por Iniesta y otros varios puntos se presentaban grupos de ella en la mas completa dispersión y en la mayor miseria, confesando ellos mismos que habían escapado con mucha dificultad de las manos de nuestras valientes tropas. Los que se presentaron en Iniesta fueron como unos 100, montados en malos caballos, y la mayor parte de ellos en mulas; entraron á las nueve de la mañana y salieron á la una con dirección a Minglanilla.


La Gaceta de Madrid. 8 de marzo de 1838. Madrid. Núm. 1199


CUENCA. 9 de marzo.- Continuan presentándose en ciertos pueblos a orillas del Júcar algunos grupos de facciosos procedentes de las facciones de Tallada y Basilio, mal parados y desalentados. No se detienen, buscan el paso del citado rio, cuyos puentes han sido cortados, y preguntan para dirigirse a Utiel, sin duda  con objeto de reunirse con Forcadell, que sigue en Chelva, y se dice haber hecho movimiento con tal objeto, á pesar de las dificultades que le oponen las nieves de que están cubiertas las montañas.


Eco del Comercio . 17 de marzo de 1838. Madrid. Núm. 1416 



Tallada, prisionero


El caudillo catalán (Tallada) con sólo 100 hombres llegó hasta Barrax (Albacete) pero fue capturado allí el 6 de marzo por los milicianos nacionales de dicho pueblo.


Caridad Salvador, Antonio. Cabrera y compañía. Los jefes del carísimo en el                    frente del  Maestrazgo (1833 - 1840).Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.)         Excma. Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 2014


…Tallada… fue roto y completamente deshecho en la batalla que estos (D. Basilio y Tallada) perdieron en Castril: de los cuatro batallones con que Cabrera había reforzado a D. Basilio apenas regresaron a Chelva unos doscientos hombres sin su gefe, pues Tallada fue preso y fusilado a los pocos días en atención a que  él había mandado fusilar cinco oficiales, un sargento y un tambor procedentes de las compañías de G. R. que había sorprendido en Iñesta, y las cuales se habían rendido en virtud de capitulación.


Calvo y Rochina de Castro, Dámaso.- Historia de Cabrera y de la Guerra Civil en         Aragón, Valencia y Murcia. Biblioteca de la Universidad de Sevilla. Sevilla. 1845


(Tallada) errante de pueblo en pueblo, con solos cien soldados y algunos jinetes, huia de un peligro y se le presentaba otro más grave, sin saber qué determinación adoptar en medio de un país desconocido, bastante hostil a la causa que defendía aquel jefe… El desdichado caminaba en busca del suplicio. Hallase en Barrax, pueblo de la provincia de Albacete, no muy distante de la fragosa serranía de Alcaraz en cuyo punto pretendía aquel jefe descansar algunos días y tomar nuevos alientos, y desorientar á sus perseguidores incesantes, cuando fue sorprendido en la noche del 6 de marzo, por una partida de milicianos, preso y conducido a Chinchilla.


        Flavio, E. Historia de D. Ramón Cabrera. Est. Tipográfico - Editorial de G.                     Estrada. Madrid 1870. 


Hallándose el 6 de marzo en un cortijo de la jurisdicción de Barrax, fue sorprendido por los nacionales de dicho pueblo, que le llevaron preso a Chinchilla. Al principio se creyó que se respetaría su vida como prisionero; pero parece que poco tiempo antes había tenido Tallada un encuentro en Iniesta con una columna de la reina compuesta de doscientos cincuenta hombres, y después de obligarles á rendir las armas como prisioneros, había hecho fusilar al jefe que la mandaba y seis oficiales mas.


Sánchez, D. R. Historia de D. Carlos y de los principales sucesos de la guerra               civil de  España. Imprenta de Tomas Aguado y Cía. Madrid 1844.




PORMENORES SOBRE LA APREHENSIÓN DE TALLADA.

 (Del Eco del Comercio).

Las noticias circunstanciadas y fidedignas que tenemos de Barráx evidencian el heroico comportamiento de los nacionales de aquel pueblo  en la captura de Tallada y los suyos. El día 6 del actual por la mañana hubo noticia de que en el caserío llamado casa de D. Gerónimo estaban unos 50 caballos facciosos. Enardeciéronse los nacionales, que poco ha fueron desarmados de órden superior, y aprovechándose de las armas de los presentados y cogidos en el pueblo, fueron en número de 21 á sorprender la dicha casa.. Consiguieron, y entrando en ella Juan Lendrija, que no es ningún mayorazguista, sino zapatero, arengó a los rebeldes diciéndoles, que cien valientes tenian cercada la casa. A este tiempo se abocaron ocho á la puerta apuntando con los fusiles é intimándoles la rendición ó la muerte. Sonó en el mismo instante una caja de guerra, tocada por un tambor faccioso que habían sacado de la cárcel del pueblo con este objeto; y se oyeron voces de mando de caballería para que ocupase sus puestos y se preparase a la carga.

Con este aparato y voces preventivas (que todo era imaginario) se creyeron los facciosos que era cierto lo que aparentaba, y manifestaron ,que si bien tenían medios de defensa, se rendían y entregaban, acogiéndose al indulto. Al otro dia se llevaron hácia Chinchilla, a disposición del general Oráa los aprehendidos, que son:  El cabecilla Antonio Tallada, D. Antonio García, coronel (… ) y hasta ciento con sargentos, cabos y soldados.

¿No es prodigioso que 22 pobres aldeanos, sin otra ayuda que su valor y lealtad hayan humillado y preso a 100 rebeldes armados con el famoso cabecilla Tallada y su estado mayor? (…)

¡Loor eterno a los nacionales de Barrax! (…) cuyos nombres dignos de perpetuarse son los que siguen: ( … ).


El Correo Nacional. 12 de marzo de 1838. Madrid. Núm. 25


Hallándose el 6 de marzo en un cortijo de Barrax, fue sorprendido por los nacionales del pueblo, preso y conducido a Chinchilla, donde le esperaba suerte mas funesta aun que la que hubiera hallado sirviendo de glorioso trofeo en la victoria de sus enemigos. Creyóse, y él quizá lo esperó también, que se respetara su vida en el concepto de prisionero de guerra; pero pesaba una razon poderosa para no proceder tan generosamente con este cabecilla. Antes de reunirse en Alcaraz con don Basilio, había tenido en Iniesta un encuentro con una pequeña columna de la reina, compuesta de doscientos cincuenta hombres á las órdenes del capitan de la guardia real don Jose Zeffel, y el resultado fue el que naturalmente debía tener tan desigual empeño; que los constitucionales hubieron de rendir las armas, mucho mas habiéndoles ofrecido Tallada que no abusaría de su posición, considerándolos como prisioneros. Pero burlándose después de su promesa, y sin motivo alguno que sincerase su bestial proceder, mandó fusilar al capitán Zeffel y á otros seis oficiales, haciendo de ellos indigno escarnio, sin advertir la atroz injusticia que cometia y la infamia con que se condenaba á padecer igual pena, si tenia la desgracia de caer alguna día en manos de sus contrarios.


Rosell, Cayetano. Adición a la Historia de España (Juan de Mariana). Tomo                   XXV. Sociedad de literatos. Madrid 1843


Tallada, fusilado



Formáronle, pues, consejo de guerra, y el día 13 de marzo fue pasado por las armas en la plaza de Chinchilla. 

Sánchez, D. R. Historia de D. Carlos y de los principales sucesos de la guerra                 civil de España. Imprenta de Tomas Aguado y Cía. Madrid 1844.


Condenado a muerte por el fusilamiento de los oficiales de Iniesta, hizo antes testamento dejando 100.000 reales y algunas tierras que poseía en su pueblo. Murió fusilado por la espalda en Chinchilla (Albacete) el 13 de marzo de 1838, pocos días antes de que D. Carlos firmara su ascenso a brigadier. Cabrera denunció esta ejecución a lo que los cristinos contestaron enviándole los documentos que habían cogido respecto al fusilamiento de los suyos. Al leerlos, el jefe charlista reconoció como justo el castigo y renunció a toda represalia.


Caridad Salvador, Antonio. Cabrera y compañía. Los jefes del carísimo en el                   frente del  Maestrazgo (1833 - 1840).Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.)           Excma. Diputación de Zaragoza. Zaragoza, 2014


Conducido hasta Chinchilla, se le juzgó en consejo de guerra, en el que se le condenó a la pena capital. Fue fusilado el día 13 de marzo, “ a las cinco de la mañana, a la entrada de Chinchilla, en un azafranal “ 

Asensio Rubio, M. El carlismo en Castilla La Mancha (1833 - 1875). Almud                           Ediciones. Ciudad Real. 2011


Tallada fue aun menos feliz que los que peor libraron de sus soldados. Preservado por la fuga del desastre de Castril, corrió por algunos días, con sesenta caballos, otros tantos infantes y trece oficiales, montes y malezas, y el 5 de marzo se entregó con toda esta fuerza cerca de Barras, á veinte y dos milicianos de este pueblo, capitaneados por el zapatero Lendrija.. Al día siguiente fue enviado a disposición de Oráa, ya adelantado hasta Chinchilla para coadyuvar á la persecución. El general, queriendo vengar el asesinato del comandante y los seis oficiales de Iniesta fusilados de orden del gefe carlista el 22 de enero, mandó reunir para juzgarlo un consejo de guerra, que á unanimidad le condenó á muerte y el 12 sufrio Tallada su pena en la misma ciudad, llevando en la espalda un cartel con la inscripción : Por alevoso. En su muerte mostró el cabecilla la  misma cobardía que mostrara abandonando á sus soldados en Castril; la misma que engrandece pocos días después á un zapatero que acaudillaba a una fuerza bisoña, seis veces inferior á la suya.


Burgos, Javier de. Anales del reinado de Isabel II. Establecimiento tipográfico de         Mellado. Madrid. 1850


PARTES RECIBIDOS EN LA SECRETARIA DE ESTADO Y DEL DESPACHO DE LA GUERRA.

El general en gefe del ejército del centro D. Marcelino Oráa desde su cuartel general de Tarazona con fecha 8 del actual, dirige al ministerio de la Guerra la siguiente comunicación: 

Excmo. Sr.: Atropelladas las leyes mas sagradas de la sociedad con el horroroso asesinato cometido por el cabecilla Tallada cuando en el puente del Carrasco fusiló al capitán de la Guardia Real don José Zeffel y seis oficiales mas después de haberles ofrecido la conservación de sus vidas en la pública capitulación verbal que celebraron en Iniesta, reclama ese atentado que la cuchilla de la ley caiga sobre la cabeza del asesino cuya conducta es tanto más atroz cuanto que menospreciando los principios religioso que adoraba á estas desventuradas víctimas, les negó los auxilios espirituales que vehementemente reclamaban en sus últimos momentos. Proceder tan bárbaro no solo ha dejado un funesto recuerdo en todo el pais, sino que fue vituperado enérgicamente por los mismos que acaudillaba el rebelde Tallada; por lo tanto he dispuesto sea juzgado éste breve y sumariamente para acallar la vindicta pública, justamente irritada, no contra el gefe enemigo, sino contra el hombre que holló los principios de humanidad, religión y honor, inmolando a su bárbara ferocidad siete desgraciados defensores de su reina legítima y de su patria.

En este concepto digo con esta fecha al comandante graduado D. Manuel Láserna , ayudante de esta plana mayor general lo que á letra copio.

«Habiendo sido capturado el rebelde Tallada por los beneméritos Nacionales de Barrax, y puesto á mi disposición, no hallaría inconveniente en dispensarle en su adversidad el apoyo que mas ennoblece á las armas nacionales: olvidaría en su desgracia el crimen de rebelión, la serie de atentados con que ha señalado su nombre para trasmitirlo á la posteridad con espantoso recuerdo; todos los males, en fin, que ha ocasionado a nuestra desgraciada patria , pudiera acallarlos en este momento el honor militar, concediéndole cuartel cómo prisionero de guerra; empero resiste la justicia y el mismo honor militar tan filantrópico proceder, porque un suceso reciente y horroroso , con el que ha consumado .aquel gefe enemigo su bandálica conducta, lo excluye de la benéfica protección de todo hombre de bien, y lo expulsaría de su seno cualquiera sociedad humana que esté regida por principios de orden público.

En el dia 21 de Enero último sorprendió el referido Tallada en este mismo pueblo, con la facción que capitaneaba, á una pequeña columna de las tropas de la Reina, compuesta de 250 hombres, la cual después de haber llenado su deber defendiéndose con valor, tuvo que ceder á la excesiva superioridad numérica de aquella, y su digno gefe el capitán de la Guardia Real D. José Zeífel capituló pública y verbalmente con dicho cabecilla, ofreciéndoles cuartel é interponiendo por garantía su palabra de honor; mas lejos de cumplir tan sagrado deber, faltó sin honor á él , y sin motivo alguno posterior mandó fusilar al dia inmediato al referido capitán y seis valientes oficiales suyos, cuyo horrible é inhumano sacrificio fue consumado el dia 22 sobre el puente del Carrasco, y precedido para mayor afrenta de una insultante mofa, desnudándoles enteramente de sus ropas para su ejecución. Con este acto de injusta crueldad atropelló los derechos que las leyes de la humanidad han establecido de hecho en la presente guerra , y que tan religiosamente y sin excepción alguna dieron el primer ejemplo y observan hoy las tropas nacionales: profanó todas las leyes de la patria y hasta las que están consignadas en el derecho público dé las naciones cultas. Vulneró mortalmente el honor militar y su justo desagravio reclámalo imperiosamente la vindicta pública ofendida.

Debe por lo tanto hacerse constar legalmente un crimen excepcional de tal naturaleza para exigir á su autor la correspondiente responsabilidad con arreglo á las leyes militares: en su consecuencia nombro fiscal para que proceda desde luego á la instrucción de un sumario que terminado que sea con la brevedad posible, lo pasará á mis manos para la resolución que en justicia haya lugar.”

Lo que he creído deber comunicar a V. E. para que se sirva elevarlo á conocimiento de S. M., rogándole al propio tiempo se haga pública esta mi disposición, á fin de que la nación entera se persuada de la justicia de mi procedimiento contra el autor de un asesinato tan horrible, al mismo tiempo que respeto en los demás que con él fueron prisioneros los tratados que de hecho existen entre los dos partidos que dividen desgraciadamente los españoles. Dios guarde a V. E. muchos años. Cuartel general de Tarazona. 8 de marzo de 1838.- Excmo.. Sr. Marcelino Oráa..- Excmo. Sr. Secretario del Despacho de la Guerra”.


Eco del Comercio. 12 de marzo de 1838. Madrid. Núm. 1411




…Conducido a Chinchilla , fué allí fusilado el día 13 de marzo de 1838, á pesar de las activas gestiones que para salvarle practicó el General Cabrera. Pocos días después firmaba Don Carlos el nombramiento de Brigadier a favor de D. Antonio Tallada.


Artegán, B. de.- Carlistas de antaño. Biblioteca la bandera regional. Barcelona.           1910.





En la madrugada del 13 fue pasado por las armas.

Hé aquí la sentencia:

“Antolin Escovar, soldado de la 3ª compañía del regimiento caballería de Vitoria, 4º ligero, escribano nombrado para actuar en el sumario formado al cabecilla Antonio Tallada, acusado de haber mandado fusilar en el puente de Carrasco varios oficiales del ejercito nacional que hizo prisioneros en Iniesta…

CERTIFICO: Que en dicho sumario, al folio diez y nueve, vuelto, se halla la sentencia que á la letra dice así:

Sentencia.- En consecuencia del decreto del Excmo. señor General en jefe, y habiendo hecho relación de todo al Consejo de guerra de este día, y comparecido el reo, presidiendo el Sr. Coronel comandante general de esta provincia D. Manuel Hernandez Reina, todo bien examinado con la conclusión y dictamen del Sr. Ayudante de Estado Mayor general, D. Manuel de la Serna, ha condenado el Consejo al reo Antonio Tallada, por unanimidad, á la pena de ser pasado por las armas, por la espalda, en el mismo sitio donde fueron inflados los beneméritos oficiales procedentes de la defensa de Iniesta,  llevando un cartel sobre el pecho, que diga; Por alevoso… Chinchilla, 12 de marzo de 1838.-Manuel Hernandez Reina.- José Rodeja.- Hermenegildo Moya.- Ramón Galovardas.- Antonio Galindo.- Angel Acosta.-  Paulino Barrios.

Y para que conste y obre los efectos consiguientes, firmo el presente… en Almansa á 13 de marzo de 1838.- Antolín Escovar.

Este fue el desgraciado fin del bravo coronel Tallada.


Flavio, E. Historia de D. Ramón Cabrera. Est. Tipográfico - Editorial de G.                     Estrada. Madrid 1870


En carta de Chinchilla que tenemos presente se dice.

El 13 del actual á las seis de la mañana fue fusilado en esta el cabecilla Tallada, en virtud del fallo pronunciado por un consejo de guerra y aprobado por el general Oráa. El mayor cargo contra aquel ha consistido en el horrible asesinato que pocos dias antes ejecutó en el puente del Carrasco con el desgraciado comandante Zefel, cinco oficiales mas, un sargento y un tambor, todos de la Guardia Real de infantería, con quienes solemnemente capituló en Iniesta el dia anterior defendiéndose en la iglesia. Conducido ante el tribunal para oirle sus descargos mostró debilidad y torpeza, no dando otra disculpa que el no había mandado fusilarles y sí el Vicario general con arreglo á las instrucciones que recibió de Cabrera, teniendo en esto que obedecer aunque mandaba la fuerza: razón sutil, cobarde y sensible en sumo grado no haya podido contradecir siendo careado el Vicario general si como pudo hubiera sido cogido en Iniesta, cuyo ayuntamiento en nada resistió a los 50 despaboridos que le acompañaban y sí socorrió con unas treinta las de los patriotas ostigados y fugitivos. El traidor Tallada llevó en el pecho un cartel en que se leía “por aleboso". Declaró en su testamento tener en Chelva 169.000 rs., una onza de oro prestada á un oficial de los suyos, tres pedazos de tierra en Ulldecona (su pueblo) y que era casado y tenia siete hijos.


Eco del Comercio.  17 de marzo de 1838. Madrid. Núm. 1416 


Conclusión


Este fue el final de la expedición carlista de Tallada en la que Iniesta quedó involucrada por ser tierra de paso entre el Maestrazgo y Andalucía. He querido seguirle los pasos a la expedición del coronel Tallada, después de su paso por Iniesta, hasta su ejecución para que pudiéramos saber cuál fue el final de este personaje. El malo, mal acaba. Justicia poética de la historia.




















 

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