COMO LA VIDA MISMA

Plaza Mayor de Iniesta. Ayuntamiento. (Fotos Lola Gómez)


COMO LA VIDA MISMA

Cuando llegas a la Plaza Mayor de Iniesta, destaca la restauración del conjunto monumental del Ayuntamiento. Pero lo que me resulta más sugerente es el pórtico que da acceso a "los portalones" por la rampa, porque es una creación original, única, no hay otra igual. Con el nacimiento del nuevo edificio consistorial nos ha quedado en la fachada la cicatriz de un gran ombligo, irrepetible. Es un acceso que ha costado muchos siglos configurar y no se ha diseñado en un estudio de arquitectura. A lo largo de la historia  ha sido muro y ventana de calabozo, de telégrafo, de correo, de cuartelillo… hasta encontrar su aspecto actual derivado del pasado. Como nuestro propio presente, este portal está condicionado por lo ya sucedido. Como la vida misma ...


Les reto a que busquen dos piedras iguales. Es inútil. No las hay . Son aproximadamente 30 piezas únicas por su tamaño, su forma o disposición. Aparece la piedra natural, sin tallar, junto a otras más trabajadas. Todas tienen un pasado más o menos dilatado y, por tanto, diferente. Proceden quizás de otros ámbitos y tal vez estuvieron desempeñando otras funciones. Es verdad que hay unas más parecidas, pero ninguna es igual a otra. Están, individualizadas por su aspecto o por su situación. De manera análoga y, desde un punto de vista  psicológico , ¿quiénes somos los seres humanos sino individuos semejantes pero diferentemente configurados por unos condicionantes genéticos y una historia personal?

Desde un punto de vista sociológico,también estas piedras nos evocan nuestra sociedad tan variopinta desde tantos puntos de vista. Piedras de orígenes diversos confluyen en este pórtico para hacer una función distinta quizás a la que desempeñaron anteriormente. Tienen un pasado diferente pero se agrupan para desempeñar una labor conjunta. La relación entre ellas es muy diversa: existen las que, desarraigadas de sus orígenes, mantienen con sus compañeras un equilibrio inestable y composiciones asimétricas apoyadas en unos cimientos poco compactos; otras, sin embargo, se apoyan en piedras vecinas bien afianzadas en el muro mismo de la torre medieval preexistente. Aprovechan la solidez del torreón para fortalecer la precariedad de su estructura. Nos dan un ejemplo de solidaridad pétrea. Ellas tan diversas, con historias tan diferentes, en posiciones tan peculiares están contribuyendo todas juntas al bien común. Las más asentadas, ancladas y comprometidas en el sostén de la propia torre, sirven de amarre al resto de piedras que han ido llegando a formar este pórtico. Las recién mejoradas aprovechan la firmeza, el arraigo y la seguridad arquitectónica de la torre para compensar su inexperiencia, su inestabilidad, su precariedad. De la misma manera nuestra sociedad local, ¿no se mantiene firme y sólida a pesar de las tensiones producidas por la diversidad? ¿No es más madura por ser más plural? El arraigo y la seguridad arquitectónica de la torre compensa la inexperiencia, la inestabilidad, y la precariedad de las recién llegadas. 



Desde la política , estas piedras con sus formas peculiares y sus relaciones tan críticas, cumplen con una misión común: sostener el conjunto monumental, configurando la nueva entrada al edificio del Ayuntamiento y sustentando nada menos que el Salón de Plenos, sede de la soberanía local . Y, de la misma forma, ¿no nos organizamos los hombres políticamente para resolver las tensiones de la convivencia colectiva buscando siempre el bien común?

El resultado no es una obra de arte perfecta, porque es muy humana, como vemos, pero tiene la gracia de lo espontáneo, de lo infantil e ingenuo. Si se hubiera hecho con materiales nuevos, sería más simétrica, pero más fría y postiza. Tan moderno es su aspecto actual que podría clasificarse como una creación abstracta de un artista cubista empeñado en romper las líneas y los planos de la realidad, sin renunciar a los logros de la tradición. Así, esta puerta,  túnel del tiempo,   está hecha con retales de historia reciclados. Íberos, romanos, visigodos, medievales, renacentistas y modernos colaboran en un proyecto común actual. La historia, maestra de la vida, armoniza lo diferente para componer una sinfonía colectiva actual. 


La psicología, la sociología, la política, el arte y la historia nos han mostrado que este acceso tan original nos expone las señas de identidad del género humano en general y del iniestense en particular:  como la vida misma .







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